Algunas de las lectoras - entre las que me incluyo - son apasionadas de la cocina italiana. Esta gastronomía es reconocida en todo el mundo por su sencillez, frescura y sabor auténtico. Entre sus mayores protagonistas se encuentra la pasta ligera, un alimento versátil y bajo en calorías que refleja la esencia de la gastronomía italiana. Existen innumerables tipos, como espaguetis, penne o lasaña, que se combinan con salsas tradicionales como el ragú, la carbonara o el pesto.
Cada región de Italia aporta su toque especial, usando ingredientes locales como tomates, albahaca, aceite de oliva y queso parmesano. Si todavía no sabes qué hacer con un paquete de espaguetis, puedes hacer estas 6 recetas originales de pasta. También puedes probar 3 versiones de pasta ligera, con pocas calorías.
3 formas ligeras de comer pasta sin que sean platos muy pesados
La pasta no solo es un plato, sino un símbolo de convivencia y tradición que une a las familias italianas alrededor de la mesa. Si consigues probar alguna de estas recetas de pasta ligera, no volverás a dejar de pensar en ellas. Las puedes consumir cuando quieras porque son bajas en calorías y están buenísimas.
Pasta ligera de farfalle en nido de espárragos con salsa de puerros y nueces
Esta receta de farfalle de remolacha y espinacas con espárragos y puerro es una combinación perfecta de sabores delicados y texturas variadas. Para comenzar, la pasta se cuece en agua con sal hasta alcanzar un punto al dente, mientras que las puntas de los espárragos se cocinan al vapor, conservando su frescura y color vibrante.

La parte blanca del puerro se pica finamente y se rehoga en aceite de oliva hasta que esté transparente, aportando un sabor suave y aromático. Luego se añade vino blanco y se deja reducir, seguido del caldo de ave, que se cocina a fuego bajo durante diez minutos. La mezcla se tritura hasta obtener una crema sedosa, a la que se incorporan mostaza y queso cremoso, logrando una salsa rica y suave.
La pasta bien escurrida se mezcla con esta salsa y se añaden nueces ligeramente machacadas, que brindan un toque crujiente. Cada porción se sirve decorada con las puntas de espárragos, sujetas con un hilo de rafia para una presentación elegante, y se rocía con unas gotas de aceite de oliva extra virgen. Este plato se disfruta caliente, ofreciendo un equilibrio perfecto entre sabor, textura y presentación, ideal para una comida nutritiva y sofisticada.
Tagliatelle negros con salpicón de pulpo
Esta receta baja en calorías de tagliatelle negros con salpicón de pulpo combina sabor, frescura y nutrición en un solo plato. La pasta, elaborada con tinta de calamar, aporta un color intenso y un toque sutilmente marino. Se cuece al dente, se escurre y se deja enfriar antes de preparar el salpicón.

La base del salpicón consiste en pulpo cocido, cortado en finas rodajas y espolvoreado con pimentón dulce, que potencia su sabor sin añadir calorías extras. Se combina con verduras frescas y crujientes: cebolla picada, pimientos rojo y verde en dados, tomates pelados y pepinillos laminados, creando una mezcla equilibrada y colorida.
El aliño, a base de aceite de oliva, vinagre de vino blanco y sal, realza los sabores de los ingredientes sin sobrecargar el plato. Para servir, la pasta se dispone en los platos formando un pequeño hueco en el centro, donde se coloca el salpicón de pulpo, logrando una presentación atractiva y elegante. Este plato, fresco y ligero, es ideal para quienes buscan una comida saludable, baja en calorías pero llena de sabor, perfecta para disfrutar del marisco y la pasta de manera nutritiva y sofisticada.
Espaguetis 'de la mariscadora', una versión ligera con marisco
Los espaguetis 'de la mariscadora' son un plato de pasta ligera lleno de sabor, frescura y texturas que cautivan a los amantes de los mariscos. Esta receta combina navajas y mejillones frescos con espaguetis, creando una experiencia gastronómica intensa y delicada.

Primero, los mejillones se limpian y cocinan con ajo y laurel, mientras que el jugo resultante se reserva para potenciar la salsa. Las navajas se preparan de forma similar, aportando un sabor suave y salino que armoniza con los otros ingredientes. La pasta se cuece al dente en agua con sal y un chorrito de aceite de oliva. Mientras tanto, se doran ajo y tomates secos en aceite, se añade perejil y vino blanco, y se incorpora el jugo reservado de los moluscos, creando una salsa aromática y llena de matices.
Tras mezclar la pasta con esta salsa y cocer unos minutos para que absorba los sabores, se incorporan los mejillones y las navajas sin concha. Finalmente, se sazona con pimentón dulce, se espolvorea con perejil fresco y un toque crujiente de kikos machacados, logrando un plato elegante, lleno de sabor marino y contrastes de textura, ideal para una comida especial y sofisticada.
Este artículo se publicó originalmente en la revista de papel especial Mía Dietas 2038.