Los bagels, esos deliciosos panecillos con un característico agujero en el centro, han conquistado paladares alrededor del mundo. Originarios de Nueva York, estos bollos se han convertido en un básico de los desayunos y brunchs en muchos hogares. Su textura densa y su sabor ligeramente dulce los hacen irresistibles. La buena noticia es que puedes prepararlos en casa de manera sencilla, sin necesidad de ser un experto panadero.
El secreto de los bagels radica en su doble cocción, lo que les da esa textura única. Primero se hierven brevemente, lo que ayuda a crear una corteza firme y un interior masticable. Luego, se hornean para obtener ese dorado perfecto. Este proceso, aunque suena complicado, es bastante fácil de seguir con los ingredientes adecuados y un poco de paciencia.
Si quieres probar un nuevo sándwich, además de darle una vuelta al clásico sándwich mixto con este truco de Martín Berasategui, estos bagels serán la estrella del invierno.
Ingredientes necesarios para unos bagels perfectos

Para empezar a preparar tus bagels caseros, necesitarás algunos ingredientes básicos que probablemente ya tengas en tu despensa. Aquí te dejamos la lista completa: 500 g de harina de fuerza, 7 g de levadura seca de panadería o 20 g de levadura fresca, 10 g de sal, 30 g de azúcar, 300 ml de agua templada, 1 cucharada de miel (opcional, para el agua de hervir) y semillas al gusto: sésamo, amapola, cebolla seca, etc.
Estos ingredientes son la base para unos bagels deliciosos. La harina de fuerza es clave para obtener una miga firme, mientras que la miel en el agua de cocción les dará un toque de dulzura y un color más intenso.
Preparación paso a paso de los bagels

Ahora que tienes todos los ingredientes listos, es hora de ponerse manos a la obra. Sigue estos pasos para lograr unos bagels perfectos. Para preparar bagels caseros deliciosos en casa, comienza mezclando 500 g de harina de fuerza con 10 g de sal y 30 g de azúcar en un bol grande. Disuelve 7 g de levadura seca (o 20 g de levadura fresca) en 300 ml de agua templada y agrégala a los ingredientes secos. Mezcla bien hasta formar una masa homogénea y amasa durante unos 10 minutos, hasta que esté suave y elástica.

Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrela con un paño y deja reposar una hora, hasta que doble su tamaño. Divide en 8 porciones, forma bolas, hazles un agujero central y déjalas reposar 30 minutos. Hierve agua con una cucharada de miel, cocina cada bagel un minuto por lado. Después, escúrrelos, píntalos con huevo, añade semillas al gusto y hornea a 220 °C durante 20-25 minutos hasta que estén dorados.
Deja enfriar los bagels sobre una rejilla antes de disfrutarlos. Puedes servirlos con tus rellenos favoritos, desde queso crema y salmón hasta mermelada o mantequilla de cacahuete.
Consejos para conservar y disfrutarlos cada día

Una vez que hayas hecho tus bagels caseros, querrás asegurarte de que se mantengan frescos y deliciosos. Puedes guardarlos en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante un par de días. Si deseas conservarlos por más tiempo, es recomendable congelarlos ya fríos y, preferiblemente, cortados por la mitad para facilitar su descongelación y tostado.
Los bagels son extremadamente versátiles y pueden adaptarse a cualquier comida del día. Prueba diferentes combinaciones de sabores y descubre cuál es tu favorita. ¡Buen provecho!