Hay recetas que no solo conquistan por su sabor, sino también por la sorpresa que generan en la mesa. Y pocas funcionan tan bien en comidas y cenas especiales como este fuet de chocolate, un trampantojo que parece una morcilla. Sin embargo, es un dulce perfecto para Navidad. A simple vista parece una auténtica morcilla o un embutido curado, con su exterior blanquecino y su interior oscuro. La realidad es que solo basta un solo bocado para descubrir que todo es un delicioso engaño.
El concepto de trampantojo -engañar al ojo para sorprender al paladar- lleva años triunfando en la cocina. Además de esta, puedes también sorprender con un donut salado del plato más mítico de España. El trampantojo de hoy, aparece en Internet con muchos nombres, como salami de chocolate o embutido dulce, pero el de trampantojo de morcilla es quizá el más acertado.
Lo mejor de todo es que no es necesario saber técnicas complicadas ni ingredientes imposibles. Tiene ingredientes básicos, como el chocolate, avellanas y galletas forman una combinación infalible. El resultado es un postre sencillo, vistoso y perfecto para sacar a la mesa en Navidad, en una sobremesa especial o como broche final de una comida con invitados.
Un postre con efecto sorpresa para momentos especiales
Este trampantojo de morcilla es ideal para colocar en una tabla, cortado en rodajas, junto a otros dulces navideños. El momento en el que alguien duda antes de probarlo pensando que es salado y descubre que es chocolate puro es parte de la magia de la receta. Además, se puede preparar con antelación, lo que lo convierte en un aliado perfecto para las fechas navideñas, cuando el tiempo escasea y las mesas se llenan.
Si nos remontamos a su creación, se trata de un plato tradicional de algunas regiones de Portugal e Italia. En el país italiano es conocido como salame di cioccolato. Y tiene los ingredientes parecidos a los que hemos recopilado para nuestra receta. Nosotros extraoficialmente lo podemos llamar trampantojo de morcilla.
Ingredientes del trampantojo de morcilla
Para preparar este trampantojo dulce necesitarás 100 g de chocolate de cobertura, otros 100 g de chocolate negro al 72 %. Para hacer la pasta de la "morcilla", necesitas 80 g de mantequilla, 100 g de avellanas, 100 g de galletas estilo "digestive", 50 ml de nata para montas y el azúcar glass para rebozar.
Preparación paso a paso
Comenzamos derritiendo en un bol, al baño maría, los dos tipos de chocolate junto con la mantequilla. Es importante hacerlo a fuego suave y removiendo para que la mezcla quede lisa y brillante. Una vez derretido todo, retiramos del fuego y añadimos la nata líquida, integrándola bien hasta obtener una crema homogénea.
Mientras tanto, machacamos las avellanas con ayuda de un rodillo. No conviene triturarlas en exceso: lo ideal es que queden trozos grandes que aporten textura al resultado final. Las incorporamos a la mezcla de chocolate junto con las galletas previamente troceadas a mano.
Cubrimos el bol con papel film, en contacto directo con la superficie, y dejamos que la mezcla se enfríe hasta que esté manejable, pero sin llegar a endurecerse por completo. Sobre una lámina de papel film colocamos una porción de la masa de nuestro trampantojo de morcilla y le damos forma alargada, imitando la de un embutido. Enrollamos los extremos como si fuera un caramelo y lo llevamos al frigorífico hasta que esté totalmente firme.
Justo antes de servir, rebozamos el fuet de chocolate con azúcar glass, ayudándonos con las manos, para crear esa capa blanquecina tan característica del embutido curado. El efecto visual es sorprendente. Solo queda cortarlo en rodajas y disfrutar de este trampantojo dulce. Un trampantojo perfecto para sorprender, divertir y endulzar cualquier celebración navideña.
